"Durante el uso del catalizador se emiten a través del tubo de escape micropartículas con elevadas concentraciones de elementos del grupo del platino. Los datos obtenidos a partir del banco de muestras del Instituto Español de Oceanografía revelan que las concentraciones en los mejillones recogidos en la playa viguesa de Samil están en torno al doble de las que se detectaban cuando no había catalizadores", explicó el científico y coordinador de la investigación, Antonio Cobelo.

El experto del centro vigués del CSIC, que desarrolla estos análisis desde hace cinco años, coordinará una red de científicos internacionales de 19 países desde Galicia, para la que acaban de conseguir financiación europea. El objetivo del proyecto es estudiar los elementos traza -compuestos químicos necesarios en cantidades ínfimas para el crecimiento de cualquier organismo- que son críticos para el desarrollo de las nuevas tecnologías y determinar sus concentraciones en diferentes entornos. Los investigadores aún no determinaron los posibles efectos adversos que pueden tener estos elementos en la salud.

"Los expertos apenas realizaban análisis sobre el platino, el germanio y las tierras raras hasta el momento porque se encontraban en baja concentración en la naturaleza y eran considerados casi exclusivamente como curiosidades de laboratorio, sin aplicaciones humanas e industriales significativas", apuntó Cobelo, que añadió, sin embargo, que las baterías de los coches eléctricos o las pantallas táctiles utilizan tierras raras y los catalizadores se fabrican con elementos de grupo platino. "Sus emisiones antropogénicas al medio ambiente se incrementaron significativamente en las últimas décadas", concluyó.

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