Cambio climático: Berlín y París intentan hacer avanzar las negociaciones del clima

may 18, 2015
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Enviado por: Troposfera
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Los gobiernos de Alemania y Francia encabezan un foro ministerial en Berlín para hacer avanzar las negociaciones ante la Cumbre del Clima de París de finales de año, que se aproxima sin que los principales compromisos estén cerrados, dijo hoy el titular francés de Exteriores, Laurent Fabius.

En el sexto Diálogo del Clima de Petersberg, en el que la titular alemana de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, y Fabius actuaron hoy como anfitriones, participan ministros y representantes de 35 países, entre ellos Bolivia, Brasil, Chile, México, Perú y Venezuela.

Mañana intervendrán en las jornadas la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande.

"La situación es dramática. Debemos negociar con urgencia", alertó el ministro francés de Exteriores y dejó claro que "no hay un plan B".

Fabius advirtió del riesgo de que los compromisos nacionales para la reducción de emisiones no sean suficientes para alcanzar la meta de limitar el aumento de temperatura en la superficie del planeta a finales de siglo a dos grados respecto a niveles preindustriales.

La financiación multilateral para paliar los efectos del cambio climático es otro de los ejes de la reunión de Berlín, ya que por el momento la cuestión sigue abierta.

El encuentro, de carácter informal, busca forjar consensos sobre los que armar el esperado Acuerdo de París, que debería ser la normativa "vinculante" y "general" para todos los países que sustituya al Protocolo de Kioto a partir de 2020, explicó Hendricks en rueda de prensa.

No obstante, señaló la ministra, París "será el comienzo y no el final" de una larga serie de negociaciones entre los países cuyo "objetivo último" debe ser alcanzar una economía global "libre de CO2 para la segunda mitad del siglo XXI".

El programa de la sesión comenzó con el debate sobre las "contribuciones nacionales" a la lucha contra el calentamiento global, esto es, los compromisos que cada país debe presentar con sus respectivas propuestas de reducción de las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.

A continuación está previsto que se aborde la cuestión del "fondo verde", del que Alemania y Francia son los mayores contribuyentes, para ayudar a los países más afectados por el cambio climático -naciones pobres y estados isla- a afrontar los efectos del calentamiento global.

Hendricks consideró que el fondo debería empezar a funcionar antes de la cumbre de París para generar "confianza" en "los países del Sur" y que éstos se sumen al acuerdo general.

Por último, está previsto que los participantes discutan la hoja de ruta hasta la Cumbre del Clima, aprovechar el tiempo hasta final de año y llegar con parte de los deberes ya hecha.

El presidente alemán, Joachim Gauck, recibió a los asistentes a las jornadas en el Palacio de Bellevue y advirtió del "alto precio" de un fracaso en la Cumbre de París, no sólo desde el punto de vista económico.

En opinión del jefe del Estado alemán, la comunidad internacional se encuentra ante una encrucijada en la que los países deben ser "valientes" y estar dispuestos a aumentar sus contribuciones financieras.

García Tejerina y Felipe Calderón piden un compromiso "claro" en París contra el cambio climático

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, Isabel García Tejerina y el expresidente de México y presidente de la Comisión Global sobre Economía y Clima, Felipe Calderón, ha incidido este lunes en la necesidad de que los Estados adopten un compromiso "claro", "global" y "solidario" durante la próxima Cumbre de París sobre el clima para cimentar el desarrollo y el crecimiento económico en patrones de sostenibilidad.

Tanto García Tejerina como Calderón han participado en la inauguración de las jornadas sobre las Negociaciones Internacionales de Cambio Climático celebradas en la Universidad Pontificia de Comillas este lunes, en las que también han participado el rector de la universidad, Julio Martínez, y el presidente de la Asociación Española para la Economía Energética (AEEE), Gonzalo Sáenz de Miera.

En el marco del encuentro, la ministra ha subrayado que el eje principal del acuerdo que se suscribirá en Paría debe estar en "las contribuciones y los objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero a los cuales cada Estado debe comprometerse". Así, ha incidido en que las medidas que tomen los principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero "serán decisivas", junto con los compromisos particulares del resto de países, entre los que figuran ya los de la UE, EE.UU., México, Noruega, Gabón, Rusia y Marruecos.

"En la actualidad, más del 60% de las emisiones corresponden a cinco países: China, EE.UU., India, Rusia y Japón --ha recordado-- La UE es responsable del 12% de las emisiones mundiales y es quien ha liderado desde el inicio las actuaciones en materia de lucha contra el cambio climático".

García Tejerina ha situado la reducción necesaria de emisiones en un 60% respecto a los valores de 1990 antes de alcanzar el año 2050. Según ha explicado "la ciencia ha marcado un límite" que consiste en un aumento de la temperatura de dos grados respecto a la "era preindustrial". "Es un límite que es necesario no traspasar en ningún caso --ha urgido-- La humanidad en su conjunto se enfrenta a un reto que es de todos: gobiernos, empresas y ciudadanos".

Por otra parte, tanto la ministra española como el exmandatario mexicano han defendido que el crecimiento y el desarrollo económico de los países "no es incompatible" con los avances hacia una economía baja en emisiones de carbono a la atmósfera. Calderón ha subrayado que, sin una "señal clara" por parte de los gobiernos de los países que apunte hacia la economía verde, los inversores "no saltarán" para invertir en este sector.

"El acuerdo de París es básico --ha insistido-- Si los países no damos una señal clara, una señal de salida de que vamos a ir hacia una economía climática, eso nos está conteniendo un montón de inversiones verdes porque no hay certeza. Los inverores dicen: ¿Los gobiernos son serios en esto del cambio climático?".

ELIMINAR LA INCERTIDUMBRE EN LA INVERSIÓN

De hecho, ha asegurado que la incertidumbre en el ámbito de la inversión está provocando que se invierta tanto en economía "verde" como en economía "gris", lo que supone un "coste superior".

"Si de una vez dijéramos, vamos a ir por aquí, se eliminaría un factor que es costosísimo para la economía mundial y todo el mundo brincaría de la cerca --ha declarado-- el que logre colocarse antes sobre la ola va a tener una ganancia enorme".

En cualquier caso, el expresidente de México ha incidido en negar la vinculación entre la economía basada en carbón y el crecimiento económico y ha apostado por "disociar" estas dos ideas mediante la aplicación de "grandes reformas" en los sectores de la energía, el uso de la tierra, y el diseño de las ciudades (por su influencia en el uso de transportes).

Además, ha puesto de manifiesto que existen "factores de crecimiento" que "aún no se han explotado" y que podrían sostener el crecimiento económico en un marco de desarrollo hacia una economía baja en carbono, como son la eficiencia en el uso de los recursos o la inversión y la innovación en energías renovables.

"Casi la mitad de las inversiones necesarias para reducir las emisiones derivadas de la energía no solamente no son un coste sino que suponen un ahorro para las empresas incluso en el corto plazo, en menos de cinco años", ha asegurado.

Para concluir, ha aportado diez recomendaciones para avanzar hacia un modelo "verde" de economía, entre las que figuran incorporar el cambio climático a las decisiones estratégicas de gobiernos y empresas, alcanzar un acuerdo internacional solidario que sirva como "señal de salida", terminar con los "subsidios perversos" a los combustibles fósiles, establecer un precio "claro" sobre el uso del carbono para que su uso sea costoso, aumentar la innovación en tecnologías bajas en carbono, reducir el costo de capital de las inversiones en investigación de estas tecnologías y avanzar hacia el diseño de ciudades "más compactas y conectadas" con transporte público.

Junto con estas, ha subrayado la necesidad de "detener la deforestación" mediante acuerdos de las grandes empresas que se comprometan a no adquirir materias primas que no certifiquen su procedencia de cultivos sostenibles, llevar a cabo medidas para restaurar las tierras degradadas y alejarse de los sistemas de generación basados en el carbón.

Por su parte, Sáenz de Miera ha puesto el acento sobre la realidad de que "ningún país por sí solo será capaz de resolver el problema de las emisiones de CO2" a la atmósfera. "O conseguimos acuerdos internacionales que impliquen a todos los países o ese problema crucial seguirá amenazando la supervivencia en todo el planeta", ha manifestado.

Entre otros peligros, el rector de la Universidad de Comillas ha subrayado que el aumento de las temperaturas, en el caso del área mediterránea, provocará previsiblemente un "impacto fuerte" que se manifestará en una prolongación de las sequías, una fuerte desertización y "fenómenos añejos" como la degradación de los suelos para el cultivo.

El "Protocolo de París" será sobre medio ambiente pero también sobre salud pública

Si la Cumbre de Cambio Climático de París logra concluir con un pacto, no sólo será una resolución de medio ambiente, sino también un importante acuerdo de salud pública, dada la inmensa repercusión que el calentamiento global tiene en el bienestar de las personas.

Esta es la opinión de la española María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que concedió una entrevista a Efe durante la Asamblea Mundial de la Salud, que hoy comienza en Ginebra.

"Si en París se llega a un acuerdo, será el mayor acuerdo de salud pública que se podría conseguir. Las medidas contra el calentamiento global son una de las mejores herramientas de prevención primaria con las que contamos", señaló Neira.

Los 195 Estados miembros de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) deberán negociar en diciembre en París un acuerdo global de lucha contra el cambio climático, que sustituirá al de Kioto.

"Estamos en un momento crucial donde en París este año se van a tomar decisiones sobre el cambio climático. Pero nos interesa muchísimo que el argumento salud esté dentro, porque todo lo que se decida contra el cambio climático en el fondo son medidas que van a tener repercusión en la salud pública", insistió.

Según datos de la OMS, cada año siete millones de personas mueren a causa de la mala calidad del aire que respiran.

Un reciente informe publicado por la OMS revela que más de la mitad de la población mundial reside en urbes con índices de polución 2,5 veces mayores de los recomendados por el organismo.

El informe hace un análisis de la calidad del aire en 1.600 ciudades de 91 países, del que se desprende que sólo el 12 por ciento de la población mundial que reside en ciudades respira aire limpio.

Es por ello que tomar medidas para reducir la contaminación, no sólo tiene un impacto directo en el cambio climático, que consecuentemente afecta a la población en otros aspectos, sino que también es prevenir para evitar enfermar.

"Las inversiones para reducir la contaminación se amortizarían con creces al reducirse drásticamente simplemente los costes por hospitalización por enfermedades respiratorias crónicas", añadió.

Pero no sólo eso, se ha demostrado que la contaminación también afecta a la sangre y es responsable de enfermedades cardiovasculares, como los infartos o los ataques cerebrales.

"Siete millones de muertes anuales ya deberían ser suficientes para que comenzásemos a pensar sobre fomentar un transporte público sostenible, cómo reducir los sistemas de calentamiento y enfriado de los edificios, cómo mejorar nuestro estilo de vida, etc.", afirmó.

Neira considera que cada vez hay más conciencia ciudadana y política de estos temas pero considera que sin la urgencia necesaria.

"Es un momento crucial pero debemos aumentar la velocidad por cien por lo menos, no podemos seguir a este mismo ritmo, hay que inculcar una política y una cultura de salud pública", dijo.

Dicho esto, cree que ya no es el momento de lanzar mensajes apocalípticos, sino uno de que el cambio es posible.

"No es que la situación no siga siendo apocalíptica, que lo es, sino que este tipo de mensajes pueden generar parálisis, y queremos exactamente lo contrario", aseguró.

Para Neira la clave es pensar en el concepto "prevención primaria" que no es más que la implementación del sentido común del "más vale prevenir que curar".

Algo que aunque parezca lógico, no ocurre.

Neira recordó un estudio realizado entre países de la OCDE que demostró que el 97 por ciento del gasto en salud pública iba destinado a tratamiento, y sólo un 3 por ciento a prevención.

De éste 3 por ciento, la mayoría se dedicaba a prevención secundaria, es decir, detección temprana de enfermedades, en lugar de actuar para evitar que la dolencia aparezca.

Ante la urgencia de la situación, Neira pide que la salud se integre de forma transversal en todas las políticas de Estado.

"Todas las políticas de salud pública conllevan que las decisiones se tomen no sólo en los ministerios de Salud sino en todos los otros sectores. Las decisiones que tome un ministro de Energía, de Economía de Transporte van a tener una repercusión muy importante en la Salud", insistió.

Asimismo, en aras a lograr que "el argumento salud" esté presente en París, el departamento que dirige promoverá durante la Asamblea una declaración para ser aprobada por los ministros presentes.

"Durante la Asamblea les daremos a los ministros un argumentario diciendo por qué las salud tiene que estar presente en las negociaciones de cambio climático para que los transmitan a sus homólogos y jefes de Estado", aseguró.

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