Malos olores, contaminación y, en algunos casos, «riesgo real» para salud. Es lo que sufren más de medio millón de andaluces, que viven a escasos kilómetros de fábricas, vertederos, cementeras o depuradoras instaladas por toda la comunidad. Estos son los casos más «graves», denunciados en numerosas ocasiones por las asociaciones ecologistas.

Vertederos: La situación «ha mejorado» en los últimos años, asegura Ecologistas en Acción a 20minutos, ya que estas instalaciones se han ido ubicando lejos de los núcleos urbanos, evitando así los malos olores y el peligro de incendio. Sin embargo, aún continúa abierta la polémica por el vertedero de Nerva (Huelva), situado a menos de un kilómetro de esta población, donde sus más de 5.500 vecinos «padecen los malos olores cada día». Funciona desde 1998 y, desde entonces, se han producido diversos fuegos e, incluso, ha llegado a ser clausurado de forma temporal por la Junta. Los ecologistas denuncian la «mala gestión» de estas instalaciones y piden su «clausura definitiva».

Depuradoras: Existen «muchas» cerca de núcleos urbanos. Una de ellas es la de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), una población con más de 67.000 habitantes censados (a los que hay que sumar los visitantes de la época estival). Además de provocar «malos olores», los ecologistas denuncian que la depuradora lleva varios años «contaminando» el Gudalquivir.

Industria: Existen dos importantes núcleos industriales en Andalucía que afectan a un numeroso grupo de población. Uno de ellos es el Polo Químico de Huelva, uno de los complejos más grandes del país, en funcionamiento desde los años 60. Cerca viven los más de 147.000 habitantes de Huelva capital que, según denuncian los ecologistas, viven en «situación de insalubridad» debido a la contaminación por el vertido de residuos. Denuncian también la «mortandad por diferentes tipos de cáncer y la gran incidencia de enfermedades respiratorias y alergias» en este núcleo de población, además de un «insoportable olor a podrido». La otra zona que está en el punto de mira es Campo de Gibraltar, en Cádiz (La Línea de la Concepción, Algeciras y San Roque), un área en la que residen más de 210.000 personas. También en esta zona se «padece una contaminación industrial fortísima y, aunque se han tomado medidas, no son suficientes», señala Daniel López de Ecologistas en Acción Andalucía.

Cementeras: El problema de este tipo de instalaciones es que muchas de ellas, además, «queman residuos, convirtiéndose así en incineradoras», explica Daniel López. Hay muchas de este tipo en Andalucía, que o bien ya queman residuos o están pendientes de la autorización para hacerlo. Como ejemplos, el de Córdoba, Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Jerez de la Frontera (Cádiz) y Niebla (Huelva).

Otros: Según las asociaciones ecologistas, aún hay «medio kilo de plutonio» en la zona de Palomares donde se perdieron cuatro bombas nucleares americanas, lo que supone «un riesgo real de contaminación». Igualmente contaminantes son los combustibles de fuel de los barcos que, al quemarse, afectan a las ciudades marítimas de la comunidad.

"Minimizan el problema"

Según expertos en Neumología, esta contaminación puede provocar enfermedades respiratorias como bronquitis y asma. Los ecologistas añaden que, según estudios realizados, también puede dar lugar a un cáncer de pulmón. Ecologistas en Acción asegura que lo que hacen las administraciones es, primero, «minimizar el problema»; segundo, «decir que somos alarmantes»; y tercero, «tomar alguna medida de corrección ambiental, pero sin abordar las causas del problema».

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