Estudio: La contaminación del aire afecta el desarrollo cerebral del feto
Un estudio sugiere que la exposición prenatal a los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) tendrían un efecto negativo en el desarrollo del cerebro.
"La exposición a la contaminación del aire durante el embarazo o en la niñez temprana produce problemas en el proceso de desarrollo de los tejidos cerebrales, de modo que altos niveles de exposición causan anormalidades cerebrales aún más graves", dijo vía e-mail el doctor Bradley S. Peterson, del Hospital de Niños de Los Ángeles.
"A la vez, esas anormalidades provocan más conductas disruptivas y una disminución de la función cognitiva en la niñez avanzada", agregó.
En JAMA Psychiatry, el equipo de Peterson publica que los HAP son neurotóxicos que cruzan la placenta y dañan el cerebro fetal. Las pruebas en animales ya habían demostrado esos efectos.
El equipo estudió a 40 niños de minorías urbanas en edad escolar. Sus madres eran latinas (dominicanas) o afroamericanas. Los autores supervisaron a los niños desde la etapa fetal hasta los 7-9 años. Sus madres completaron el seguimiento prenatal de los HAP y respondieron cuestionarios prenatales.
Las imágenes de resonancia magnética y las medidas morfológicas revelaron una relación dosis-respuesta entre una elevada exposición prenatal a los HAP y una reducción de la sustancia blanca del cerebro en la niñez avanzada, pero casi exclusivamente en el hemisferio izquierdo y en casi toda su superficie.
Esa disminución de la sustancia blanca del hemisferio izquierdo estuvo asociada con una pérdida de la velocidad del procesamiento de la información en las pruebas de inteligencia y con trastornos de conducta externalizantes más graves, incluidos los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad y los desórdenes de conducta.
Los autores admiten que el estudio tiene limitaciones y comentan que "están realizando estudios por imágenes en muchos más niños que en este estudio para confirmar estos resultados y evaluar la interacción de los efectos de los HAP con otras sustancias contaminantes en la estructura y la función del cerebro".
Aun así, Peterson dijo: "La importancia clínica y de salud pública de estos hallazgos es enorme, dado el alcance de la exposición a las sustancias que contaminan el aire. Los médicos deberían orientar a los futuros padres sobre estos riesgos y alentarlos a evitar la exposición al humo, la combustión de los automóviles y otras fuentes de esos tóxicos ambientales".
Asimismo, declaró que "todos deberíamos trabajar para desarrollar y aplicar políticas que disminuyan la contaminación del aire y, así, reducir los efectos adversos de la exposición en el desarrollo cerebral de nuestros niños".
El Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental, la Agencia de Protección Ambiental y el Instituto Nacional de Salud Mental financiaron este estudio. Los autores declararon no tener conflictos de intereses.
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