Ourense registró el pico más alto de polen en el aire de España
La provincia de Ourense registró el nivel más alto de España en lo que a niveles de polen en el aire se refiere. Si bien compartió con varias localidades la polinización de plátanos, en el caso de los abedules fue la única que ayer llegó a la cifra más alta de concentración, según recogió la Red Española de Aerobiología.
Pero casi no hacía falta conocer los datos para percatarse. La capital amaneció cubierta con un manto de color azufre que se pudo observar perfectamente en las aceras, en los coches o sobre los bancos de la calle. La climatología está directamente relacionada con este fenómeno. El calor y la falta de lluvias de esta semana -hoy será diferente- produjo una «polinización brusca», según indican los expertos.
En las zonas de Verín, O Barco y en O Ribeiro fue muy perceptible este fenómeno, al igual que en la capital. En el caso del rural, la mayor parte del polen corresponde a los pinos, y en la ciudad, a los plátanos -por la gran cantidad que existen en los diferentes parques- y los abedules. Al tratarse de árboles y no de plantas gramíneas, el polen es más pesado por lo que su presencia es mucho más visible para los vecinos aunque, según los médicos, menos perjudicial para los que son alérgicos.
En el 90% de los casos de pacientes ourensanos que acuden al especialista para tratarse una alergia respiratoria esta tiene que ver con las gramíneas. Y el 10 % restante, con el polen de los árboles. Son estos últimos los que habrán notado cierto malestar estos días. El jefe del servicio de Alergología del Chuo, Carlos González de la Cuesta, explica que será a partir de mayo y en los primeros meses del verano cuando los alérgicos tengan más problemas. «El color azufre en calles y coches es importante pero es lo que menos alergias produce», subraya. Recuerda que el año pasado por estas fechas las lluvias permitieron que el fenómeno no fuera tan brusco, aunque asegura que es más lo que se percibe que lo que afecta este tipo de polen a las personas. González de la Cuesta afirma que en Galicia, y en concreto en el interior, estos fenómenos son más habituales ya que es más difícil predecir el tiempo: «Aquí hay más variables y siempre depende de cómo vengan las lluvias». En los últimos años no ha habido grandes variaciones, aunque señala que la contaminación en el aire de la ciudad por otros factores, como los gases del diésel, propicia que los efectos de las gramíneas sobre los alérgicos sea mayor. El problema principal está, asegura, en los pólenes que casi no se ven. Y vaticina que si las lluvias vuelven a la provincia a niveles normales la hierba crecerá, será alta, y la incidencia en los alérgicos será este año normal.
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