España: Industria propone ayudas para la desnitrificación en térmicas que utilicen carbón autóctono
Industria lleva a la Mesa Nacional del Carbón una propuesta por la que el Estado otorgará ayudas medioambientales para la desnitrificación de las térmicas a aquellas empresas que utilicen carbón autóctono mientras Ciuden firma un contrato de dos millones con Doosan para que la compañía desarrolle en sus instalaciones tecnologías a este respecto.
La Fundación Ciudad de la Energía, dependiente del Ministerio de Industria y Energía, anunciaba este martes la firma de un contrato con la empresa Doosan Babcock para demostrar en las instalaciones de CIUDEN las capacidades de la tecnología de combustión de bajo NOx, que facilite la desnitrificación, desarrollada por la compañía coreana.
Una semana antes, el 31 de marzo, el Ministerio de Industria llevaba a la Mesa Nacional del Carbón una propuesta consistente en que el Estado otorgará ayudas medioambientales para la desnitrificación de las térmicas a aquellas empresas que utilicen carbón autóctono. Si el acuerdo se llegase a firmar sustituiría al real decreto de garantías de suministro extinto desde el pasado 31 de diciembre.
De esta forma, el Gobierno aplicaría incentivos a las térmicas para garantizar el futuro del carbón nacional. Los sindicatos, por su parte, exigen la quema anual de 6,5 millones de toneladas de carbón para garantizar todo el carbón nacional.
Según el borrador de la orden ministerial, se trataría de restituir el 100% de las inversiones (esencialmente las de desnitrificación o reducción de emisiones de óxido nitrógeno a las que obliga la normativa europea a las centrales que quieran seguir en funcionamiento más allá de su vida útil) siempre que estas quemen carbón autóctono. Los pagos se desembolsarían en función del combustible adquirido.
De esta manera, el hecho de que las centrales térmicas puedan adoptar soluciones que les permita cumplir con la nueva reforma en materia medioambiental, minimizando la inversión y los costes necesarios, les permitiría alargar su vida útil y continuar con su actividad. En caso de que no se ejecuten estas actuaciones, a partir del 1 de enero de 2016 el funcionamiento de la instalación deberá reducirse hasta las 1.500 horas al año o bien a un total de 17.500 horas totales. En la actualidad, las centrales térmicas son prácticamente el único consumidor de carbón nacional.
La combustión del carbón genera emisiones de diferentes contaminantes a la atmósfera. Las más importantes son las de SO2 (óxidos de azufre), NOx (óxidos de nitrógeno), CO2, partículas y gases de efecto invernadero.
En el pasado, las empresas eléctricas propietarias de las centrales térmicas de carbón realizaron importantes inversiones para instalar plantas de desulfuración con objeto de reducir parte de los gases contaminantes emitidos a la atmósfera.
Los principales óxidos de nitrógeno emitidos en la combustión son el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2), conocidos como NOx. Las nuevas exigencias ambientales que marca la Unión Europea (UE) para las grandes instalaciones de combustión (>50 MW potencia térmica nominal total) recortan los parámetros máximos permitidos de emisiones de óxidos de nitrógeno hasta los 200 miligramos por metro cúbico, por lo que las centrales térmicas se enfrentan con la inminente necesidad de acometer nuevas inversiones para dotarse con medios que faciliten la desnitrificación de los gases de combustión y de las mejores técnicas disponibles que permitan reducir significativamente las emisiones a la atmósfera de este contaminante.
La reducción de emisiones de óxidos de nitrógeno para alcanzar los nuevos límites impuestos, implica desarrollar nuevas tecnologías y mejoras sobre el propio proceso de combustión en caldera (medidas primarias), así como combinarlas con sistemas de tratamiento de los gases de combustión (medidas secundarias).
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