El científico valenciano Xavier Querol trabaja en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC. Su labor es evaluar la calidad del aire e investigar los compuestos que emiten las diversas fuentes; cómo se comportan y transforman en la atmósfera y qué medidas se deben tomar para reducir la contaminación del aire.

¿Qué contaminantes del aire son los más relevantes?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comunidad Europea (CE), con carácter general, son las partículas en suspensión las que tienen efectos más claros sobre la salud, que, según estudios de la CE, puede llegar a reducir la esperanza de vida de los ciudadanos europeos en unos 9 meses de media. Le sigue el ozono (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2).

¿Somos conscientes de que lo que respiramos?

No hay que alarmar, pero sí alertar para que los ciudadanos se preocupen por este tema y exijan a los responsables políticos que resuelvan el problema. La contaminación atmosférica es un efecto colateral indeseado del crecimiento económico; y las sociedades desarrolladas pueden permitirse una reducción importante de ese efecto y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. En España hemos mejorado al pasar de 49 zonas en las que se incumplía el valor límite de calidad del aire en partículas en suspensión en 2006 a sólo 6 en 2013 y cinco en valores de NO2.

¿Quién debe marcar esos límites?

La CE ya ha fijado, hasta el 2020, una Estrategia Temática de Calidad del Aire, que contempla los niveles de reducción, a partir unos niveles máximos de emisión, sin comprometer el desarrollo económico de los países. Y hay que cumplirlos de manera obligatoria. Y, en algunos casos, como en el de las partículas en suspensión o el benzoapireno, son más permisivos que los valores guía de la OMS.

¿Cuáles son las principales fuentes contaminantes?

En las ciudades, el tráfico. El coche es uno de los mejores inventos del hombre, pero en entornos urbanos muy densos, deberíamos hacer un mayor uso del transporte público, y dejar el vehículo privado sólo para casos de urgencia. Un transporte público muy utilizado es energéticamente, económicamente y ecológicamente muy eficiente. De forma puntual, otras emisiones procedentes de la industria, los puertos y aeropuertos o la quema de combustibles sólidos en calefacción y la quema de rastrojos o residuos de poda, pueden crear problemas de calidad de aire.

¿Qué opina de que la Región de Murcia no tenga aún un Plan de Calidad del Aire?

Lo tiene que hacer ya y aplicarlo. Además, la ciudad de Murcia lleva desde 2010 superando los valores permitidos de NO2, que provoca el tráfico, principalmente por los motores diesel, incumpliendo por tanto la ley nacional -recogida en el RD 102/2011-, que traslada la Europea. No lo supera en mucho, ya que lo máximo permitido son 40 microgramos por m3 al año y alcanza los 43. Pero está siendo continuado en el tiempo y no mejora. El punto negro es la estación de medición urbana del barrio de San Basilio. Esta situación es sonrojante para la Comunidad Autónoma y para el Ayuntamiento.

¿Por qué cree que las cuestiones medioambientales siempre se relegan a un segundo plano en las actuaciones políticas?

Es cierto que hay una tradicional falta de empuje político en estos casos, pero si no existe por sí tal vez la ciudadanía debería provocarla. Lo cierto es que se está infringiendo la ley.

Pero no hay actuación judicial en estos casos, al menos que se sepa.

También aquí hay una tradición de que la Justicia actúa poco, sobre todo en casos de incumplimientos de la calidad del aire en los cascos urbanos. Y no entiendo por qué siempre tenemos que esperar a que nos sancione Europa, que debería ocurrir sólo en casos extremos. La Justicia española debería ser la primera preocupada en evitar que se incumpla la ley y actuar de oficio.

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