Greenpeace exige controles a todas las centrales nucleares del mundo tras una alerta en Bélgica
La organización Greenpeace ha reclamado "controles inmediatos en todas las centrales nucleares del mundo" tras una alerta que ha emitido el organismo regulador de Bélgica, que ha encontrado "miles de grietas nuevas" e "inesperadas" en componentes críticos de los dos reactores de este país.
Para la ONG, el riesgo mayor es el de las centrales envejecidas, de las que seis son españolas. Las grietas se han hallado en las vasijas de presión de Doel 3 y Tihange 2. Estos componentes son "el corazón" de un reactor nuclear y contiene combustible nuclear altamente radiactivo. Así, advierte de que un fallo de este componente "puede causar un accidente nuclear de grandes dimensiones".
El pasado viernes, dos científicos expertos en materiales anunciaron que el agrietamiento "generalizado e inesperado" podría estar relacionado con la corrosión debida al funcionamiento normal, con potenciales implicaciones para los reactores en todo el mundo.
Ante esta información, el director general de la Agencia Federal de Control Nuclear (FANC), Jan Bens, ha advertido de que esto "puede ser un problema global para toda la industria nuclear". De este modo, ha apuntado que la solución es poner en práctica en todo el mundo, inspecciones precisas de las 430 centrales nucleares.
"Lo que estamos viendo en Bélgica es muy grave y significa que el riesgo de un fallo nuclear catastrófico posiblemente esté aumentando, en especial para los reactores nucleares envejecidos, como los españoles, con una media de 31 años", ha declarado la responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace, España Raquel Montón.
Para Montón, el Consejo de Seguridad Nuclear debe revisar "cuanto antes" las centrales nucleares en España a la luz de las declaraciones del director general de la Agencia Federal para el Control Nuclear belga.
Según recuerda la ONG en un comunicado, los dos reactores belgas se cerraron en verano de 2012 tras detectarse 8.000 y 2.000 fisuras respectivamente. Se pensó que podían deberse a un problema de fabricación, lo que en España puso especialmente en el punto de mira a las centrales de Garoña (Burgos) y Cofrentes (Valencia), ya que sus reactores fueron fabricados por la misma empresa.
Sin embargo, no se han encontrado pruebas que lo corroboren o desmientan. Las centrales belgas reabrieron y siguieron con los estudios, aunque en España, el CSN pidió, entre los requisitos para autorizar la reapertura de la central de Garoña, que se descartaran fallos similares en Doel 3 y Tihange 2.
Finalmente, la representante de Greenpeace ha subrayado que el parque nuclear español está "envejecido" y que dos de los reactores, Garoña y Cofrentes, han sido fabricados por la misma empresa que los belgas. "El Consejo de Seguridad Nuclear debe asegurarse de que están en perfecto estado de mantenimiento y descartar defectos similares", ha defendido.
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