Los semáforos son los puntos en los que los conductores se exponen a más contaminación
El tiempo que permanecemos parados ante un semáforo es probablemente el más peligroso para nuestra salud en cuanto a la exposición a las nanopartículas de contaminación que emiten los coches y que contribuyen a las enfermedades respiratorias y cardíacas. Según un equipo de investigadores de la Universidad de Surrey (Reino Unido) a pesar de que los conductores pasan solo el 2% de su tiempo en las intersecciones con semáforos, esta corta duración contribuye a aproximadamente el 25% de la exposición total a estas partículas nocivas.
El equipo monitorizó la exposición de los conductores a los contaminantes del aire en varios puntos de un viaje. Así vieron que los semáforos eran las áreas de mayor contaminación debido a los cambios en las condiciones de conducción –aceleración, desaceleración, parada, etc.-. La mayor concentración de partículas se produce cuando el semáforo se pone en verde y los vehículos arrancan y aceleran; de hecho es 29 veces mayor que durante las condiciones de tráfico fluido. Además de la concentración de partículas, los investigadores encontraron que, al estar los coches muy juntos, la probabilidad de exposición a emisiones de los vehículos también se incrementa significativamente.
Riesgo para la salud
«La contaminación del aire está entre los diez principales riesgos de salud para los seres humanos a nivel mundial; según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación causa siete millones de muertes prematuras cada año», dijo el autor principal, Prashant Kumar, de la Universidad de Surrey.
Kumar señala que debido a que pasamos muchas horas dentro del coche, «a pesar de los esfuerzos para deducir nuestra exposición a la contaminación, cada vez estamos más expuestos diariamente».
Y porque reconoce que no siempre es posible cambiar la ruta para evitar los semáforos, advierte que «los conductores deben ser conscientes de los riesgos». Y sugiere algunas maneras para limitar la exposición: mantener las ventanas del vehículo cerradas o aumentar la distancia entre coches. Además, añade, «los peatones que cruzan regularmente por estas rutas deberían considerar si hay otros caminos». El estudio se publica en «Atmospheric Environment».
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